Mineral de Pozos, un Pueblo Fantasma poco conocido en el centro de Mexico

Hace unas semanas tuve la oportunidad de visitar, por vez primera, un poblado a unas pocas horas de mi ciudad de residencia, de nombre Mineral de Pozos. La excusa: Reunirnos con un grupo de gente perteneciente a un grupo de turismo "alternativo", y presenciar la lluvia de Gemínidas del 2010, un tipo de lluvia de meteoros que se observa durante el mes de Diciembre.
Al principio, cuando me enteré del lugar -Mineral de Pozos-, ninguna idea acerca del nombre cruzó por mi mente. Sin embargo, presuroso me volqué a la ex-ARPANET en búsqueda de información al respecto; para bién o para mal, las únicas fuentes de información relevantes que encontré fueron en inglés, del cual no tengo ningún problema en comprender. Tomé esta información, acudí a los triciclos espías del Señor Google, y a las imágenes satelitales, y por fin pude darme una idea de lo que me esperaba: Un pueblo fantasma! Sería la primer vez que estaría en uno (siempre tuve la idea que el primer pueblo "fantasma" que me tocaría conocer sería Real de Catorce o alguno de los que abundan en el estado de Chihuahua)

La llegada es relativamente fácil: hay que tomar la carretera de San Luis de la Paz hacia San José Iturbide, y poco antes de la mitad del camino, cruzaremos el pueblo. La bienvenida es con un cambio brusco del pavimento hacia un camino empedrado. A cualquier lado que se dirija la vista, hallaremos casas abandonadas y en ruinas, amplios paisajes con algunos agaves solitarios aquí y mas allá, poca gente... poquísima gente en las calles... Ahí es!

Algo que llama mucho la atención de este poblado es la ausencia de una oficina o caseta de información turística. Algunos locales me comentaron que de hecho, anteriormente, Mineral de Pozos era poco conocido y visitado, y no ha sido sino hasta hace poco, con el auge de la compra-venta de bienes raíces, que creció la afluencia de visitantes externos. Actualmente, por muchos lugares se pueden ver letreros de "For Sale" o números telefónicos de contacto norteamericanos. Incluso casas en ruinas! A pesar de tal situación, sin embargo, recalco mi sorpresa al haber encontrado hoteles muy refinados, museos y galería de arte, un par de bares, pero... ninguna oficina de turismo! Tache a San Luis de la Paz por no promover y cuidar adecuadamente ésta potencial "minita de oro"!

La crema y nata de mi viaje se asomó una vez que cayó la noche sobre Pozos, y todo el grupo nos enrumbamos hacia el "Cerro de la Santa Cruz". La terracería que atravesamos, rodeada de silenciosos matorrales, casonas viejas en ruinas sin puertas, que invitaban a adentrarse y darse el susto de su vida, hizo aflorar en varios del grupo la sensación de estar en el escenario de una película de terror setentera, al clásico estilo de "The Texas Chainsaw Massacre" (La Masacre en Texas), o incluso de una serie de zombies de moda actualmente, y muy buena por cierto, "The Walking Dead".

Lo mejor de la noche vino incluso después de apreciar en todo su esplendor la mencionada lluvia de meteoros: El momento de regresar a la casa donde nos hospedaríamos en Mineral. Éramos solamente una viajera y yo, que debido a la conversación que traíamos, y sin darnos cuenta, nos atrasamos mucho del grupo que iba delante de nosotros caminando; llegó el momento en que el silencio llegaba a ser ensordecedor: estábamos sólos! Fué entonces que un ligero aire de miedo por primera vez en el viaje se apoderó de mí. No era el estar sólo. No era el leve baño de luz que la luna daba al lugar. No era el ruidoso silencio que reinaba en la zona. No eran las viejas casonas de alrededor emanando oscuridad y misterio. No eran los ladridos de los perros a lo lejos que interrumpían a intervalos el silencio. Eran todos éstos factores en armonía que, siendo que nunca antes los había experimentado así, se habían unido en el lugar preciso, en el momento preciso. Sensación difícil de explicar con palabras, creo que hasta un pequeño ratón de campo habría sido suficiente para habernos obligado a poner pies en polvorosa.

De sobra está decir que a éste lugar recomiendo el ir bien abrigado, y preferentemente, acompañado, debido a que considero que no muchos pueden ser capaces de soportar la soledad y oscuridad que reinan en muchas de las zonas alrededor. Es una aventura que merece ser compartida!


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