jueves, 16 de febrero de 2012

Reflexiones y conclusiones del Servicio Social de Medicina en México: a 2 semanas de haber terminado



Debo reconocerlo: Me llegó un poco la nostalgia al laborar los últimos días en el Centro de Salud al que estaba adscrito: San Diego de Alejandría, Jalisco. Y es que, lo crean o no, uno se llega a acostumbrar a la rutina y al trabajo pesado que hay que cumplir a diario! Se acostumbra a ver las mismas caras conocidas, tanto de compañeros de trabajo como de pacientes. En una sola palabra, creo que podría decir que terminé éste ciclo muy satisfecho.

Es un año durante el cual el pasante en servicio social estará prácticamente aislado, pero sobre todo alejado de todo aquello a lo que estaba anteriormente acostumbrado: familia, amigos, hobbies, comidas favoritas, etc.
En mi caso, el año estuvo compuesto por varias etapas; los primeros 3 meses se pasaron volando, fue un perioro de aclimatamiento y familiarización con el lugar, el modo de trabajo de la zona, y mucho repaso bibliográfico sobre los principales motivos de consulta. Los siguientes 4 o 5 meses parecieron, curiosamente, extenderse por una eternidad, Llegó Septiembre, y ya se sentía un ligero aire de libertad, de que estábamos más cerca de la meta que del inicio. Además, a partir de Septiembre empiezan muchas festividades tanto nacionales como regionales, así como personales, que hacían que el paso de los días luciera más veloz. Una vez en Diciembre, ya todo era cuestión de relajarse, pués la meta ya estaba a la vuelta de la esquina.

El Servicio Social Profesional de Medicina en México es muy controversial, puesto que coloca al médico pasante en un limbo legal: No es trabajador de la Institución (Secretaría de Salud), ni tampoco es más estudiante de la Institución Educativa de la cual egresó. Quizás ésto haya dado pié a la implantación de las características únicas del Servicio Social de la Carrera de Medicina; en ninguna otra carrera se exige al pasante laborar 24 horas al día durante 365 días seguidos, además de llevar a cabo labores de enfermero, intendente, estadista, secretario, recepcionista, capturista, vigilante y hasta bodeguero! Recordemos que la ley federal del trabajo indica que la jornada laboral diaria deberá ser de 8 horas en caso de turnos diurnos, para un total de 48 horas semanales, con, al menos, 1 día de descanso. El Gobierno Federal Mexicano (que fué quien estableció las características del Servicio Social) establece que el pasante deberá de atender 24 horas. Si tomamos en cuenta que no existe día alguno en que no acudan pacientes con urgencias, ya sean sentidas o calificadas, el pasante labora realmente 24 horas al día, siendo ésto anticonstitucional y, por ende, ILEGAL.

Creo que toda esta carga laboral y de responsabilidades que recaen sobre el pasante hacen que, sin temor a equivocarme, hasta 90% de todos los estudiantes de medicina, vean al servicio social como una etapa de su vida que odian y que quieren olvidar. Y no lo digo al tanteo: prácticamente todos mis compañeros de generación me han compartido el mismo pesar.

Ya lo había leído en algún otro blog: El Servicio Social de Medicina se siente como una "interminable y única guardia de 365 días".

Considero un tanto injusto y hasta peligroso que el Gobierno Federal adjudique a una sola persona, que aún se debería de considerar como estudiante, la total responsabilidad de todo un Centro de Salud 24 horas al día durante 1 año continuo. Y no me refiero al peligro para el médico pasante (que de hecho sí lo existe, tal y como se conoce, gracias a los medios de comunicación, sobre casos de asesinatos de médicos por parte de grupos delictivos del crimen organizado y narcotraficantes, principalmente), sino al peligro inherente para el paciente al ser atendido por una sola persona, quién podría estar sufriendo de los estragos del agotamiento físico y mental en algún momento dado, conduciendo a potenciales errores médicos. Sobre éste tema hay mucha información al respecto, así como numerosos movimientos de personas que están tratando de hacer que las cosas cambien, como éste.

Pero no estoy ensañado con gobierno federal, considero que la idea de siempre tener médicos en los Centros de Salud es excelente, pero la atención debe de ser ofrecida por personal que cubra los 3 diferentes turnos, y se debería de contar, al menos, con un médico, un enfermero y un vigilante o guardia de seguridad, en cada turno.

Personalmente, del Servicio Social me llevo gratas experiencias, muchísimos buenos amigos, el gusto de haber conocido tantos pueblos cercanos, tantas tradiciones y fiestas populares, tantas maneras distintas de divertirse y disfrutar la vida. Me voy muy agradecido, por tantos pacientes que me permitieron aprender de ellos, tantas personas que muy amablemente me regalaban un taco, un queso, una comida, una expresión de afecto, una larga e interesante plática; les debo mucho a todos ellos, porque su compañía me permitió sobrellevar el estrés del trabajo con más aplomo y paciencia. Sé que, como todos, no soy ni fuí perfecto, tuve mis momentos de tristeza, mal humor, enojo, impotencia, y quizás éstos mermaron, en ocasiones, mi capacidad de ayudarlos dando el máximo.

A aquellos que se encuentran en el servicio social, sólo sean pacientes, siempre traten de tener una sonrisa aunque no todo pinte bién, y conozcan su comunidad o pueblo, salgan a interaccionar con la gente, y sobre todo, hagan alguna actividad que no esté relacionada a la medicina. La medicina no lo es todo en la vida, señores!
A los futuros pasantes en servicio social: Busquen intencionadamente donde quieren hacer su servicio social, pero háganlo con mucho tiempo de antelación! Yo lo hice, y creo que fue una de las acciones más importantes que he hecho en mi vida, porque a consecuencia de ello se me han abierto muchísimos caminos y oportunidades nuevas en el plano personal, académico-laboral y económico.
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lunes, 2 de mayo de 2011

La tragedia, el fatalismo y pesimismo como armas para combatir la apatía y falta de apego al tratamiento en enfermos



La apatía y la procrastinación son características que, según nosotros mismos, nos identifican como mexicanos. Que pesimistas, no?

Lamentablemente, lo anterior aplica no sólo a México, sino a América Latina. Quien escribe estas líneas ha tenido la fortuna de conocer varios países latinoamericanos, y, tristemente, he visto cómo en todos ellos, la corrupción, el nepotismo y la procrastinación, en mayor o menor medida, son cánceres profundos en nuestra sociedad que evitan que avancemos como naciones y continente, a pesar que, según Forbes, entre los 20 países más felices del mundo, figuran 4 latinoamericanos!

Estamos acostumbrados a dejar todo para el último, confiados en que, con la ayuda del estrés, podremos ser más efectivos y cumplir con nuestras obligaciones y actividades de manera más rápida y efectiva... Nada más falso! Por supuesto, éste comentario no debe de interpretarse como una generalización.

Ahora bién, por que no utilizar ésta peculiar característica para el bién de la población? A pocos meses de haber iniciado la aventura del servicio social, he podido detectar cómo, a pesar de dar una consulta, plática o exposición de 1 hora o más, la gente realmente no comprende que, enfermedades crónico-degenerativas como la diabetes mellitus, hipertensión arterial, dislipidemia, obesidad, síndrome metabólico y demás, son las asesinas perfectas: son silenciosas, puesto que en la mayor parte de los casos, pasan desapercibidas, no producen síntomas significativos y son infradiagnosticadas.

Es por ésto, que, apoyados en la ideología y misión de siempre velar por el bienestar de la comunidad, dar promoción a la salud (prevención primaria), y ofrecer prevención secundaria de la enfermedad, hemos iniciado la modificación de las estrategias a seguir, así como la orientación que se dá a las personas, exagerando de manera moderada las consecuencias de los padecimientos que sufren los enfermos que atendemos, a fin de obligarlos a poner manos a la obra y cumplir con las recomendaciones higiénico-dietéticas y de actividad física que les ofrecemos. No somos tan fatalistas y amarillistas como el caso de las advertencias en empaques de tabaco y cigarrillos en México (aunque el fatalismo y amarillismo en este caso es utilizado, a mi parecer, de manera muy inteligente y persuasiva), pero si deseamos que la salud de la comunidad no empeore, o, al menos, se mantenga estable; para éso estamos, no?

Un ejemplo muy clásico es la aparición de la nefropatía diabética, siendo que desde el momento del diagnóstico de diabetes hasta la presentación de los síntomas puede haber un período de ventana de 15 a 25 años, por lo cual, desde antes incluso de la aparición de microalbuminuria (30 a 300mg/24 horas), aplicamos la exageración de las consecuencias de la falta de apego al tratamiento, tales como ocultar el largo periodo de ventana propio de las enfermedades crónicodegenerativas, y más bién, explicar cómo, si en un año no se logran las metas de control, el pronóstico sería muy sombrío.

Estaremos reportando los resultados.
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lunes, 21 de marzo de 2011

Combatiendo la automedicación y la resistencia a antibióticos en Los Altos de Jalisco!




Por muchos es conocido el gran problema de salud pública que aqueja a México - al igual que a América Latina en general - desde hace tiempo: la automedicación por parte de la gran mayoría de la población. Incluso su servidor, cuando era niño (o sea, más joven de lo que de por sí es...), era automedicado por su propia familia! (el presunto culpable: las mamás!) Hablando de presuntos culpables, mención aparte merece este gran documental, no pensé que fuera tan bueno, esperaba algo así como la bruja de blair o algun documental/reportaje barato al estilo de programas como el extinto "Otro Rollo" (si, lo admito, cuando niño lo veia!que inocente y crédulo era entonces!) He de reconocer que no lo vi en el cine (porque en el poblado en que me encuentro no los hay, además que el último informe que tuve fué acerca de la suspesión de su proyección a nivel nacional), sino mas bien gracias a nuestro amigo el P2P...

Volviendo al tema principal, la automedicación implica un enorme reto, para el que sólo hasta hace poco tiempo se empezó a buscar y aplicar soluciones, y es que el secretario de salud actual, Jose Angel Cordoba Villalobos, en conjunto con la Secretaria de Salud, establecieron como un requisito la expedición de receta médica para la venta de medicamentos conocidos como antibióticos (antibioticos son aquellos compuestos químicos destinados a la erradicación de cualquier forma de vida que infecte o infeste al ser humano).

Antes de iniciar el Servicio Social de Medicina, tenía la idea que la automedicación ya no existía, o que, al menos, era mínima en comunidades rurales o semi-rurales. No podía estar más equivocado!

Es tal la incidencia de la automedicación en las zonas rurales y semirurales -al menos de Los Altos Norte de Jalisco- que a las pocas semanas de llegar a San Diego de Alejandría, Jalisco, me tocó conocer varios casos de personas -principalmente madres de familia-, que acudían a consulta con sus hijos -principalmente menores de 5 años- indicando que habian medicado a su niño con 1 tableta de acromicina (una marca comercial de Tetraciclina, de la farmacéutica Wyeth) por cursar con diarrea, refiriendo haberla obtenido fácilmente en la tiendita de la esquina, por unidades, y, claro, sin receta médica.
Situación similar ocurrió cuando conocí a una mujer, de alrededor de 30 años, quién acude a consulta refiriendo dolor en oído de un solo lado, y para el cual se tomó "una ampicilina", indicando incluso no ser la primer vez que lo hacía, sino que ya era costumbre suya que cada que le dolía, se le quitaba con tan solo tomar "una ampicilina"!!!!

Por supuesto, me tomó casi media hora el regaño y su respectiva explicación a cada uno de estos pacientes, quienes dijeron no saber que era "tan malo" tomarse un antibiótico sin indicación médica.

Recordemos que una de las más importantes y graves consecuencias de la automedicación antibiótica es el desarrollo de resistencia, misma que -personalmente- explico con la analogía de la lucha a muerte entre un caballero y un dragón (puede intercambiarse el dragón con un ave fénix incluso) al cual se deben de dar 10 estocadas para poder aniquilarlo. Si el caballero solamente da 2 o 9 estocadas, es altamente probable que no pueda derrotar al villano y que, más bién, éste recupere energía, se vuelva más fuerte y ataque con aún mayor intensidad.

Asi que, poco a poco, iremos educando al pueblo. Seguiremos informando al respecto, conforme vayamos obteniendo más datos y/o resultados.
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