Colima, Un gran estado, en un pequeño territorio, Parte 2

Segunda Parada: Manzanillo.

Al igual que Colima y unas muy pocas playas en los litorales mexicanos, este importante puerto comercial del Pacífico Mexicano aún conserva cierto aire de pueblo pesquero, con relativamente pocos Hoteles del tipo "enorme" que distorsionan el paisaje natural que una playa debería de tener.

Sus aguas son de una temperatura extremadamente agradable, al menos durante éstos meses, cuando la corriente del niño deja ver sus efectos durante la temporada de invierno. Por fortuna, ésto espanta a los monstruos marinos de las profundidades.

Acudí al Mercado Central de Manzanillo, porque sé que el mercado es, junto con el centro, el corazón gastronómico y comercial de toda ciudad. Ahi disfrute unos buenos tacos de filete de pescado, camarón y camarón con tocino... Una delicia al paladar! Especialmente los de camarón, que ya había probado una vez en el Barezzito León.

Posteriormente, visitamos el Iguanario Archundia, un lugar de visita obligada a quien llegue a Manzanillo, aunque por lo visto no tiene la promoción adecuada que merecería un lugar de este tipo.
Según cuentan los pobladores y el propio propietario del lugar, todo empezo hace bastantes años cuando él mismo empezó a alimentar a unas cuantas iguanas en su propia casa, que al paso de los años se convirtieron en decenas, centenas, y actualmente en mas de 550 iguanas!

Como se puede ver, éstas conviven con palomas, gallinas, gallos y otros animales de manera amistosa.

En el mismo Iguanario, resulta que tienen 3 mapaches jóvenes, vaya usted a saber si es legal o no la posesión de estos animales, pero sorprendentemente resultaron ser bastantes dóciles y juguetones!

Del mismo modo, en el Iguanario Archundia cuentan con un par de escorpiones, un pez gato, una "manada" de tortugas. Tengo muchos más videos disponibles, que por motivos de espacio no coloco aquí, pero pueden buscarlos en youtube

Por último, y siendo el último día de mi estadía en el estado de Colima, encontré un cangrejo ermitaño, y le tomé algunas fotos y video. Creo que es la primer vez que veo en persona un cangrejo ermitaño vivo, y de un vistoso y sabroso color rojo... jeje. Por supuesto, al terminar su sesión de fotos y video, lo volví a dejar libre en la piedra donde lo encontré.

En fin, fué un viaje muy corto por tierras Colimenses, solamente 3 días, pero valió la pena la manejada desde Guanajuato, conocí un estado que tiene mucho que ofrecer y poco que envidiar a otros. Ojalá se mantenga así!